Como medio de comunicación, requiere una forma de transmisión concreta. El acto de hablar alcanza su máxima expresión, por lo que es fundamental para el periodista radiofónico controlar su voz, que es su herramienta de trabajo. Para Sanabria, "el timbre, el tono, la intensidad, la entonación, el acento, la modulación, la velocidad y los intervalos son los matices que determinan el estilo de la radio".
Es necesaria una buena vocalización y leer con naturalidad para no caer en errores de tipo gramatical y que se comprenda bien el mensaje que se desea transmitir.
El lenguaje radiofónico está compuesto por unas reglas que hacen posible la comunicación. Cada una de ellas aporta un valor necesario para la comprensión del mensaje:
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- La voz aporta la carga dramática.
- La palabra, la imagen conceptual.
- El sonido describe el contexto físico.
- La música transmite el sentimiento.
- El silencio, la valoración.
Escucharnos el uno al otro, respetar la palabra, ver nuestro alrededor y que cosas sucede en él, música para volar y la importancia del silencio, respetar los nuestros y ajenos y valorarlos, el silencio no siempre es sinónimo de desacuerdo, muchas veces es lo contrario, el tema es ejercitarlo y saber convivir con él.
Me pareció bueno recordar estos puntos que nuevamente son la base de la comunicación radial que tanto nos gusta pero que no dejan de ser la base de cualquier comunicación o convivencia social que quieran o queramos llevar adelante.
"Hoy puede ser un gran día planteatelo asi"